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¿Le discutirán ahora la razón al General Paulino Sem?

 

Pocos días pasaron para que un acontecimiento ocurrido en la frontera dominico haitiana a la altura de Jimaní, diera la razón al Ministro de las Fuerza Armadas, Teniente General Rubén Darío Paulino Sem, cuando plantea en términos generales que cuando suceden conflictos en esa zona nuestros soldados tienen que actuar con el mayor comedimiento posible para evitar una desgracia que pueda provocar incluso, agregamos nosotros, un conflicto internacional.

Que cualquier discusión o conflicto donde estén involucrados nacionales haitianos que viven en esa zona de su país puede provocar graves episodios de violencia, lo demuestran los hechos ocurridos el pasado fin de semana en Malpase, que es una comunidad haitiana ubicada a pocos metros de la ciudad de Jimaní, lugar donde se encuentran las oficinas de Aduanas y de Policía del vecino país, que controlan el paso de los camiones que llevan carga desde la República Dominicana.

Según las informaciones publicadas en la prensa haitiana, una discusión entre el colector de aduanas de Haití que intentaba cobrar impuestos a un camión  que llevaba mercancías desde nuestro país, y un grupo de civiles también haitianos, derivó en una discusión que produjo la muerte de una persona al ser impactado por una bala en el pecho, aparentemente disparada por un policía de los que custodian las instalaciones que tiene instalada su gobierno en esa parte de la frontera.

Los civiles se convirtieron en turba y atacaron a los policías y oficiales de aduanas, provocando la muerte de cuatro personas, según los medios dominicanos, y seis según el periódico Le Nouvelliste de Haití, tanta fue la violencia desatada en contra de sus propias autoridades, que los policías tuvieron que huir hacia territorio dominicano para ser protegidos por el Cesfront mientras sus compatriotas se dedicaron a quemar las oficinas de migración y aduanas, y los militares dominicanos establecieron un cordón de seguridad para evitar que los revoltosos pasaran del lado dominicano a agredir a sus propios connacionales.

Si fueron cuatro o seis los muertos es probable que nunca se sabrá, lo que si se sabe es que los policías fueron desarmados, protegidos y entregados al vicecónsul de Haití en Malpase lo que evitó una desgracia mayor, todo esto ocurrió en una tarde de sábado por una simple discusión entre haitianos y sin que interviniera ninguna situación de conflicto con los dominicanos que habitan la zona, pero es una muestra de como un episodio muy simple puede derivar en algo difícil de controlar de parte de los militares dominicanos que vigilan la línea que nos separa de Haití.

Y esta fue precisamente la posición responsable del Teniente General Paulino Sem cuando explicó de forma indirecta, pero entendible para todos, cual es el papel que deben asumir nuestros soldados que son los que vigilan esa zona, y es tratar por todos los medios de proteger las vidas de nuestros ciudadanos y, como ocurrió en el caso que relatamos, evitar que cualquier episodio de violencia pueda provocar víctimas, en una zona que por su localización geográfica, como son casi todas las fronteras del mundo, tiende a ser muy complicada.

A veces queremos olvidar que vivimos al lado de un país con graves conflictos sociales, donde la inestabilidad política es una norma y que cualquier chispa puede provocar un fuego que podría ser incontrolable, por lo que evitar el conflicto debe ser lo mas importante, ya que plantearse soluciones de fuerza que parece ser era lo que exigían algunos descabezados de los medios de comunicación dominicanos, puede ser muy peligroso y sobretodo irresponsable

Haití es un país que lucha por estabilizar su sistema político desde hace muchos años, es mas, durante mas de 13 años estuvo intervenido por una fuerza de ocupación de las Naciones Unidas que actuó bajo el mandato del Consejo de Seguridad de ese organismo a partir de los hechos de violencia que se produjeron en el 2004 en varias ciudades haitianas e hicieron salir al exilio al entonces presidente Jean Bertrand Aristide.

La República Dominicana tiene que tener mucho cuidado en sus relaciones con Haití y la forma en que se conducen nuestros militares en la línea fronteriza, ya que como vimos en los hechos ocurridos durante el fin de semana, existen condiciones concretas en estos momentos en la población haitiana que derivan en hechos de violencia muy difíciles de controlar y líbrenos Dios de que un militar o policía dominicano se vea envuelto en casos de este tipo por las implicaciones que tendría tanto en Haití como en sus aliados internacionales que han sostenido una campaña en contra nuestra.

Por supuesto que la principal preocupación de nuestras autoridades debe ser el evitar cualquier acto de violencia, imaginemos que en vez de un policía haitiano hubiese sido un soldado dominicano el que disparara y con su acción se hubiera desatado ese lamentable episodio donde murieron 6 personas en la frontera, lo mas probable es que un hecho como esa se hubiera publicado en las primeras paginas de los principales periódicos internacionales, cabildeaba su publicación por las ONGs que nos viven acusando de racistas en los foros internacionales.

Quizás ahora se entienda la expresión del Ministro de Defensa Tte. Gral. Paulino Sem, tan criticada por algunos, de que lo importante es que nadie salió con un rasguño de aquel episodio lamentable ocurrido en la carretera internacional, es que eso era lo esencial, evitar un episodio de violencia que pudiera haber derivado en algo incontrolable en una población donde solo falta una chispa para encender un fuego.

 

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