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Tómense una Diazepam, que están rayando en el delirio

El padre de la siquiatría dominicana, el Dr. Antonio (Toñito) Zaglul, sostenía la tesis de que una de las características de los dominicanos es tener una personalidad paranoide con rasgos depresivos, que se ha formado a través de los siglos al vivir en una isla con un vecino que nos invadió al primer intento de independencia y dictadores tan controladores como Lilis o Trujillo, y que esto es lo que ha construido un ser que vive ¨chivo¨, siempre pensando en que todo es un ¨gancho¨.

No existe un dominicano que no conozca el significado de la palabra ¨calié¨, que no haya pensado que alguien lo traiciona, que siempre viva ¨chivo¨ en la calle o en el trabajo y hasta que se imagine que alguien porque lo esta mirando mucho esta chismeando o murmurando a sus espaldas por lo que siempre tiene que estar alerta frente a lo que hacen los demás, es decir, delira con todo lo que lo rodea.

Parece que algunos de esos síntomas se han acentuado con alguna gente de la que dice apoyar a Leonel, en realidad son sus peores enemigos, porque una lluvia de reacciones frente a acciones de gobierno o rumores y decires que se produjeron durante del fin de semana, están demostrando que se necesitará un ejército de siquiatras para calmar a quienes en su delirio de grandeza, ¡ay esa megalomanía!, pretenden convertirse en una oposición radical dentro del mismo partido de gobierno.

Según un amigo que debió en su momento ser experto en temas de salud y ahora tiene un cargo que se supone esta dedicado a resolver los problemas de tierra del Consejo Estatal del Azúcar, habrá que ¨irse a un rio¨, pocas veces hemos escuchado una tontería mas grande que esta, si los legisladores se plantean modificar la Constitución para abrir el espacio y presentar nueva vez el nombre del Presidente Danilo Medina como candidato por el partido del que el señor doctor que habló es miembro de su comité político.

Extraño es que este militante del leonelismo ya fue legislador, exactamente senador de su provincia, y conoce perfectamente que no habrá que irse de ¨gira en una güagua¨ si es que el PLD, actuando como partido, decide presentar una ley para modificar la constitución pues ya el mismo que habló, junto con los temas miembros del CP y en forma unánime, firmaron para modificar lo que ahora dicen que es un documento sagrado semejante a la Biblia o el Corán, es decir palabra de Dios a la cual nadie le puede poner la mano.

Y es que contrario a esos libros sagrados para los cristianos y musulmanes, la Constitución dominicana tiene entre sus artículos la forma en que puede ser modificada, solo que parece que las amenazas van y amenazas vienen porque hay una gran inseguridad entre los que asumen una cantidad de votos a su favor que saben muy bien que no los tienen.

Los famosos ¨firmes¨ del 2015 son los mismos del 2019, ya que ahora es un problema de supervivencia y continuidad en la curul,  y es que las circunstancias cambiaron a partir de la aprobación de la ley de partidos, una cosa es oponerse a la aprobación de una legislación con un librito en la mano, y otra totalmente diferente enfrentarse en sus comunidades al voto popular para quedarse en el congreso.

Entonces eso de que hay que ¨irse a un rio¨ o ¨que esa constitución no se modifica para favorecer a nadie¨, no es mas que una bravuconada insostenible en la práctica y otro intento de la minoría para obligar a la mayoría a hacer su voluntad, algo totalmente antidemocrático porque de todos es conocido que la primera ley de este sistema ordena lo contrario, es la minoría quien debe asumir la decisión mayoritaria y este directivo del PLD debería entender que si se presentara la posibilidad de modificar la Carta Magna eso se hará en el salón de sesiones del Congreso Nacional como se ha hecho en otras ocasiones.

Ahora, el que si se la comió en un ejercicio de delirio inaudito, una muestra de que hace tiempo  perdió el sentido de la realidad, es el llamado ¨mula vieja¨, este parece pretender que se suspendan todas las actividades en que participa el presidente de la República, que es el jefe de la administración pública de la cual el mismo forma parte como funcionario, ya

que según su criterio estas son actividades de promoción política, esto debe ser un ejercicio de locura momentánea o crisis de delirio paranoides como la describió en su momento Toñito Zaglul.

Porque ¿a quién se le puede ocurrir pedir que se le prohíba a casi dos años de finalizar la actual gestión de gobierno al Presidente Danilo Medina salir a realizar su trabajo y prácticamente exigirle que se enclaustre en su despacho del Palacio Nacional a esperar para entregarle suponemos al candidato de ¨mula vieja¨?.

Esas ideas delirantes solo le pueden pasar por la cabeza a un individuo megalómano, que siempre cree tener la verdad absoluta, que esta totalmente desubicado en tiempo y espacio y cuyos delirios de grandeza y deseos de mando lo llevan a crear en su cabeza mundos totalmente inexistentes, algo típico del delirio y la fábula, acomodar sus pensamientos a una realidad que es de propiedad exclusiva, es decir solo existe para el mismo.

Y es que acusar a un presidente de la República, que además es su jefe porque que sepamos ¨mula vieja¨ no ha renunciado a su cargo de asesor, de que hacer su trabajo es un método de promoción personal, es una temeridad y un irrespeto a la principal figura de la nación, a quien lo menos que se debería reconocer es su enorme capacidad de trabajo, ya que mientras otros se desaparecen por largos periodos de tiempo o le dedican horas a actividades que no tienen que ver con los problemas diarios que afectan los dominicanos, por lo menos a Danilo no se le puede acusar de que se esconde dentro de las paredes del Palacio Nacional y le da de lado a los temas.

A quien habría que preguntarles si consideran que la entrega de títulos definitivos de las tierras que ocupan por décadas debió haberse diferido para cuando el candidato de ¨mula vieja¨ vuelva a la presidencia, si es que vuelve, es a las miles de familias que participaron en las actividades que dieron inicio a este 2019 en la línea noroeste, cuando todavía muchos de los dominicanos estaban inmersos en las fiestas de navidad y año nuevo, son ellos los que deberían dar su opinión sobre la visita del Presidente Medina y los actos donde recibieron la certificación legal de que son dueños de la tierra donde habitan y trabajan.

Suponemos que en ese mundo delirante donde vive ¨mula vieja¨, soñando con la época donde se movilizaba con mas escoltas que el presidente de ese momento, lo próximo que se pedirá es que se detengan las visitas sorpresa, que no haya inauguraciones de escuelas y hospitales, que tampoco se asista a la apertura de nuevos hoteles en la zona turística, se protestará por la visita a San Pedro de Macorís para la reactivación de la Sultana del Este, en fin este señor pedirá que Danilo se encierre dentro de las paredes del Palacio Nacional a esperar que lo sustituyan y el, ¨mula vieja¨, vuelva a ser un jefecito de los del gobierno.

La verdad es que lo único que se puede pedir tanto al doctor del Cibao como a la ¨mula vieja¨ de la capital es un poco de calma y cordura, comenzar el 2019 con dos declaraciones de este tipo, la del fundamentalismo constitucional impracticable y lo de que habría que detener las actividades presidenciales, lo único que demuestra es un estado de desesperación ante las excelentes noticias que tuvo el país durante todo el mes de diciembre y la gran actividad festiva en que se embarcaron los millones de dominicanos que se sienten mas que satisfechos por la obra de gobierno del Presidente Danilo Medina.

Señores cálmense o tómense una Diazepam porque de aquí a marzo o al mes que sea falta mucho y no están en edad de soportar todos estos sofocones, la ansiedad les esta agudizando la tendencia paranoide que tenemos, según el Dr. Zaglul, todos los dominicanos, y eso no es bueno para la salud.

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