Del Profesor Bosch aprendimos amar un proyecto de nación, que con sus ideas de prohombre creó y denominó como de liberación nacional; proclamaba Don Juan, que el pueblo dominicano debía ser liberado de la ignorancia, y con ella de la miseria en que vive sumido.
Mucho antes en su primer discurso, al arribar a su Patria después de su largo exilio, Bosch había hecho un llamado al pueblo dominicano a desterrar el rencor, y a matar el miedo sembrado por la dictadura después de 31 años de rencor reprimido y temor hasta de nuestra propia sombra.
El Dr. Leonel Fernández ha respondido con hechos tangibles a los llamados de su maestro; ha gobernado tres veces el país, elegido democráticamente, y por más que sus enemigos le han rebuscado, la única fortuna que le han encontrado es un centro de pensamiento político para fortalecer la democracia, que además forma profesionales para el servicio de La Nación.
Él aprendió de Don Juan que en la vida, hay seres humanos poderosos, y otros que son importantes para la humanidad; el dinero y la riqueza material crean los poderosos; los sacrificios y el desprendimiento por el servicio a los demás crean los importantes; Leonel se ha decantado por ser un hombre importante.
Durante sus pasadas gestiones, la Universidad del Estado (UASD) fue dotada de diez modernas edificaciones en sus extensiones en las diferentes provincias donde tiene presencia, así como laboratorios y modernas bibliotecas en su sede central; de esta forma manifestó la voluntad política de mejorar y optimizar la educación superior en la República Dominicana.
Después de duras luchas internas dentro del anacrónico instrumento electoral en que devino a ser el partido fundado por Don Juan Bosch, el Ex presidente Fernández decide salir de ese PLD; y lo justifica proclamando algo que todo el pueblo dominicano ya sabía, “este no es el Partido fundado por el Profesor Juan Bosch, esto es una maquinaria de negocios, donde casi todo el Comité Político responde a la autoridad y al criterio de un decreto”.
Pero antes de su salida, Leonel había respondido otro de los desafíos del político Juan Bosch en esa convulsa década de los años 60s; Leonel Fernández había decidido matar el miedo, y abrazar los valores institucionales, volviéndose en contra del poderoso consorcio llamado CP, y del inmenso poder del Estado; asumió en contra de todos los pronósticos, la defensa de La Constitución de la República.
El pueblo dominicano de forma magnánima, respondió al Líder Leonel incorporándose de forma masiva a una lucha abierta para derrotar las pretensiones de modificar La Carta Magna, y propiciar una segunda re postulación del presidente de turno; solo razones luminosas y causas nobles propician matrimonios entre sus líderes y los pueblos.
A principios de los años 90s, Juan Bosch declaró, “el compañero Leonel Fernández es una mina de oro, que Dios ha puesto en el camino de pueblo dominicano”; Bosch como buen literato, era magnifico y figurativo en sus metáforas, pero además como político, era genial visualizando el futuro.
Leonel ha salido del viejo PLD; y con su salida, les da oportunidad a los dominicanos de tener opciones democráticas, con criterios diferentes y nuevos para enrumbar La Nación por senderos de progreso y de bienestar.
El bostezo a la vida política del Partido Fuerza del Pueblo, es de apenas tres meses; y para pesadilla de las ambiciones desmedidas, ya es opción de poder; y de no serlo, es la única organización que abre o cierra las puertas del Palacio Nacional.
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