Por cómo van las cosas y pudieran terminar, este año sólo dejará cosas negativas para la mayoría de dominicanos y el nuevo gobierno de Luis Abinader Corona tendrá que hacer magia para echar a andar la economía en medio de esta pandemia de salud pública que nos azota.
Todo lo que va de año ha sido de pura sobrevivencia tanto para la administración del actual gobierno como para una gran parte de la población que ha visto sus ingresos y su salud casi en ruinas.
Miles de negocios han cerrado dejando sin servicios a la ciudadanía, fuera del trabajo a más de un millón de personas y en quiebra a centenares de empresarios.
Además la muerte de amigos y ciudadanos que han sido víctimas del corona virus es algo emblemático que nos lleva a repensar lo que se debe enfrentar para vivir dejando de lado egoísmos y mezquindades propias de los seres humanos.
Los daños que causa el Covid-19 son letales para el bienestar de las personas no importa clase social, económica o edad.
La gestión entrante de Luis Abinader Corona tendrá que venir con planes concretos para reforzar la producción industrial o económica, cuando encuentra al país en una situación de crisis en muchos niveles.
No es que el mundo se esté acabando pero están los hechos y quedarán secuelas de lo que pasamos en estos momentos todos los dominicanos y el mundo en general.
Sólo la inteligencia de equipo y la capacidad de trabajo que envuelve al electo Presidente Luis Abinader pueden hacer que el país siga hacia adelante superando todos los escollos que va dejando el coronavirus a su paso por nuestra sociedad.
Inteligencia emocional en cuanto a los procedimientos individuales, control de equipos de trabajo y sobre todo don de mando para los inicios de su nobel gestión que entendemos será exitosa dado que conocemos tanto al electo jefe del Estado, así como a gran parte de su nuevo gabinete es lo que deseamos a Luis.
Tanto el Presidente a asumir en agosto como el pueblo dominicano necesitarán de armonía colectiva para que todos saquemos nuestra nación de la situación anómala y circunstancial que estamos viviendo en los actuales momento y el tiempo por venir, porque más bien este parece un año perdido por lo que para recuperarlo tenemos que contar con la disposición de todos sin fisuras y unidad de criterios pensando en el futuro.
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