El Dr. Euclides Gutiérrez Félix es considerado un gurú de la práctica política dominicana; vive jactándose de un Bosch ismo que no honra ni en lo político, ni en lo moral; pero, no podemos ser injustos sin reconocer que su proximidad al poder y sus vivencias lo avalan como un genuino cronista de los hechos de los últimos 120 años.
El Dr. Gutiérrez Félix hace años viene advirtiendo a sus compañeros de gestión en los gobiernos del PLD, que cuidaran sus pasos en las instituciones que se les habían confiado para su administración, porque según él como marchaban las cosas, si perdían el poder hasta él mismo iría preso.
Bueno, ese momento ha llegado; y por más archivos que se quemen, y más locaciones de oficinas públicas que se inunden, el crimen siempre deja su rastro. La alta cúpula administrativa del gobierno de Danilo Medina, depende ahora de la proclividad o no del próximo gobierno para imponer un régimen de impunidad jurídica.
Las pruebas para reabrir casos, o para comenzar nuevos procesos, les van a sobrar a los fiscales de que disponga la nueva Procuraduría General de la República; ahora que el Comité Político del viejo partido va a la oposición, va a entender la diferencia entre las palabras lealtad y miedo; existen muchos legajos de papel y archivos digitales, que ya fueron copiados y no se podrán ocultar.
La voluntad política del nuevo Presidente Abinader, será determinante, en mantener un estado de impunidad judicial, o respaldar la Justicia para que realice su papel; si el Presidente se decide por obstaculizar los procesos judiciales, estará alimentando una crisis social que podría barrer con su popularidad y pondría en peligro la paz pública en poco tiempo.
Las últimas declaraciones públicas del gurú, Dr. Euclides Gutiérrez, tratan de escurrir el bulto sobre la responsabilidad política de su partido en la derrota que acaba cosechar; no es verdad que la voluntad popular del electorado dominicano, no se ha impuesto en varias ocasiones a los deseos de los poderes extranjeros.
Este avezado abogado y político dominicano sabe que en política se pelea hasta en los sueños; y que solo se gana, cuando se tiene la convicción de la razón; para ganar a los adversarios, primero debes ganarte a ti mismo con el convencimiento, y jamás dudar de lo que se persigue.
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