La historia es la gran maestra de la humanidad. El Partido Revolucionario Dominicano nació en el exilio dominicano originado por la incipiente dictadura de Trujillo en el año 1939.
Unos años antes, el profesor Juan Bosch que, eludía al gobierno de Trujillo que ya lo había hecho conocer las ergástulas de Nigua, fue visitado en San Juan Puerto Rico, por don Cotubanama Henríquez, un respetable miembro de la familia de los Henríquez Ureña, que le pidió acompañarlo a Cuba para que encabezara los movimientos de exiliados que se complotaban contra la tiranía.
Don Juan Bosch en principios no accedió a la petición de su amigo Cotubanama Henríquez, argumentó que, no era político y que quería permanecer dentro de la actividad intelectual de la literatura; en ese momento, Bosch estaba encargado de recolectar y organizar los originales de esa lumbrera intelectual latinoamericano llamado Eugenio María de Hostos.
Al final, Bosch viajó a Cuba y desde allí, trabajó con el exilio dominicano dejando organizado el PRD, partido que nació con el objetivo de luchar contra el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo; esa fue su principal meta en los comienzos.
Luego de la muerte del dictador, Bosch ya como político y candidato, ganó las primeras elecciones libres post dictadura, con un 62% de los votos depositados en ese certamen. Esta es la primera y única vez que la boleta del PRD en unas elecciones normales pasa del 50%+1 sin discusiones, y sin crisis post electorales.
Algunas voces preguntaran, ¿y las pasadas del 2020 en que ganó Luis Abinader? Y la respuesta que se cae de la mata es la siguiente: Esas elecciones no fueron normales; fue un certamen condicionado por la suspensión de unas elecciones municipales, pero, además, matizadas por una pandemia que condujo a una alta abstención electoral.
Entonces, es aquí donde se origina el miedo del PRM-PRD; su techo electoral es muy bajo, y sus maniobras para concertar alianzas son muy torpes. Luis Abinader ha entregado medio gobierno a una institución política no oficializada, llamada Sociedad Civil; el respaldo de esta institución está condicionado por sus intereses, los cuales nunca han sido los intereses de la baja pequeña burguesía que forma el PRM.
La agenda oculta de querer reformar La Constitución, para bajar el porcentaje con que se ganan unas elecciones presidenciales en la República Dominicana, no progresará; y no tendrá éxito, porque sus representantes no tendrían el honor y el decoro para justificar una agresión a la vida democrática de La Nación de esta envergadura.
En una próxima entrega, explicaremos cual, a nuestro entender, es el origen del bajo techo electoral de esta facción política.
Es increíble ver personalidades que deben exhibir un alto nivel de respeto por la democracia, encorvarse tanto hasta mostrar el refajo y sus partes pudendas, como decían las abuelas de antaño.