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Compay la política...! Proselitismo, transfuguismo y gritos de reelección marcaron la política dominicana en el 2022

República Dominicana.-Ya más cerca del año preelectoral, faltando 17 meses para las elecciones presidenciales y congresuales, después de que transcurran en febrero las municipales, de acuerdo al calendario de la Junta, es preciso contar los acontecimientos que marcaron el panorama político del 2022, que inició con la intensificación del mismo tema que dominó el 2021.

Al igual que en años anteriores, en el 2022 no desaparecieron del ámbito político local los atisbos reeleccionistas, pero tampoco el transfuguismo, criticado inclusive por propios actores políticos.

Temprano de enero el oficialista Partido Revolucionario Moderno, en su Asamblea Extraordinaria, aprobó nuevos estatutos, permitiendo la reelección, acogiendo el socialismo democrático como ideología y, estableció en 5 años la militancia necesaria para aspirar a la Presidencia y Secretaría General de la organización.

En febrero, el Comité Central del PLD aprueba elegir en octubre, a través de consulta nacional, a su candidato presidencial.

También en el segundo mes del año, la Junta Central Electoral rechaza la propuesta del PLD, de colocar en el Centro de Cómputos representantes de los partidos, como veedores de los procesos electorales del 2024.

Avanzando los primeros meses del año, en marzo se da una extraña alianza en el Consejo Económico y Social entre el PLD la FP y el PRD para retirarse de los debates sobre la reforma constitucional presentada por el gobierno, alegano que no es momento de modificación en la Carta Magna.

En marzo, con la renuncia  Rafael Paz del Partido de la Liberación Dominicana, generándose casi una guerra con los que dentro de la cúpula que él llamó “impermeable” le enrostraron que había llegado al jardín sin saber cómo se sembraron las flores, comenzaban a frotarse las manos los que daban por hecho la renuncia de varios miembros del poderoso Comité Político del partido morado.

En medio de lo que Leonel Fernández calificaba como una “hemorragia indetenible”, y de la precampaña electoral fuera de tiempo, con Danilo tirado a la calle y responsabilizando al gobierno de la violencia y la criminalidad, por haber abandonado los avances del PLD, el abogado Hipólito Polanco, después de haber perdido el pleito en el ring de la estrella amarilla, decide irse al lado del profesor, que mantenía abiertas las puertas en la Casa del Pueblo.

Los cruces, brincos y saltos de un partido a otro, inclusive desde el propio partido de gobierno a otras fuerzas políticas, comenzaron tan temprano del 2022, como las encuestas y la construcción de nuevas casas de refugio para los que como el profesor Aníbal García Duvergé dicen ahora ser independientes.

Pero ya desde octubre, pocos días después de la consulta que resultó en una derrota para la exvicepresidenta Margarita Cedeño, parte de su equipo en Salcedo y en Bonao, rompieron fila para cobijarse en Fuerza del Pueblo.

Mientras la doctora Cedeño, que en aparente resabio se mantuvo alejada de las aplausos y vítores por el triunfo del santiaguero Abel Martínez, convocaba a su equipo a trabajar por el PLD, renunciaba a las filas (no Francisco, también perdedor en la consulta de octubre); renunciaba su hermano Pedro Domínguez Brito, alegando “un PLD donde lo económico se impone a los principios, una vocación de servicio en ruinas y una mística agonizante”.

Entre cartas y barajas que ponían nombres y fechas a venideras renuncias en el partido que este año arribó a 49 años de fundado, se sale de la fila el exdiputado Francis Gas, luego que lo hiciera, temprano de noviembre el santiaguero, exsenador y expresidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, por un conflicto entre la actualidad del PLD y sus convicciones progresistas. Los rumores dicen que se va para el PRM a cambio de la candidatura para la Alcaldía de Santiago.

Inmerso en su proceso de reestructuración, seguro de la victoria en el 2024, el partido que desde el 2021 preside Danilo Medina, que con la consulta comenzó la era post Danilo-Leonel, sentía también la salida de otros miembros, entre ellos Luis Esteban Prieto, siguiendo los pasos a su madre Sandra Abinader, que meses antes y un año después de la muerte de su esposo César Prieto, cargó sus maletas hacia la Casa del Pueblo, en la Benito Monción.

Si bien es cierto que no todos los que se han ido han jurado cumplir con los estatutos de otras organizaciones, no menos cierto es que las juramentaciones han servido de escudo a los que tienen aspiraciones y temprano comenzaron a buscar los votos hasta debajo de las piedras.

El proselitismo desbordante preocupó a la Junta Central Electoral, que se vio en la necesidad de llamar a capítulo a 23 partidos y tres movimientos, firmándose el acuerdo por la integridad electoral, en medio del clamor sin éxito del tribunal de comicios, para que se modifique el régimen electoral y la descuartizada Ley de Partidos.

Y…mientras la Junta Central Electoral también pide a gritos la asignación de más recursos económicos para la organización y montaje en el 2023 de las elecciones del 2024, los partidos siguen y siguen, incluyendo el reformista, donde un ala ratificó a Quique Antún en la presidencia, cargo al que otros colora´os aspiraban.

Es así como disidentes del PRSC, con Héctor Rodríguez Pimentel y Osiris de León a la cabeza, anuncian la formación del nuevo Partido Renovador Reformista.

En el oficialista Partido Revolucionario Moderno la situación no fue distinta, cuando en mayo ratificó a su presidente José Ignacio Paliza y a su secretaria general Carolina Mejía, en un proceso todavía cuestionado por gente de la casa, algo que poco importa a los funcionarios y congresistas sumergidos en el incipiente proyecto reeleccionista.

Además de la elección de Roberto Ángel Salcedo para la Dirección Ejecutiva del PRM, también le generó ruidos a los gobiernistas (dice la oposición que a base de compra y promesas) la conquista de alcaldes y autoridades municipales que pertenecían a otras parcelas y que han justificado su paso al oficialismo con el buen trato que le da el presidente promotor del Cambio.

En medio del movimiento y activismo de los llamados partidos pequeños, sin dejar fuera la Opción Democrática de Minou Tavarez, que rompió con la Alianza País de Guillermo Moreno, llevándose al diputado José Horacio Rodríguez…teniendo ya los fuercistas a Leonel como candidato; el PLD al santiaguero Abel Martínez, además la salida de Miguel Vargas a pulsear por el PRD, el panorama político, ya sin el armador Amable Aristy Castro activo, parecería estar definido, al menos para el ámbito presidencial.

Sin embargo, en el oficialista Revolucionario Moderno, aunque una parte grita a todo pulmón la reelección de Abinader, el hombre no ha dicho nada, mientras otros miembros de la misma casa se preparan para en el 2023 sacar su carta debajo de la manga.

Avanzando diciembre, la Fuerza de Leonel acusa al Gobierno de sabotear desde ya las elecciones congresuales, municipales y presidenciales pautadas para el 2024, aprobando menos del 50% de los recursos solicitados por la JCE para el 2023.

Lo cierto, y no olvidando que el 2023 es el año preelectoral, los actores políticos se encargarán de dar continuidad a los capítulos de esta historia, que comenzó a escribirse pasadas las elecciones del  2020, y que de seguro no finalizará para el 2023, porque aun con la resolución de la Junta, de que la votación y el conteo de votos será de forma manual, estaremos en campaña (dicen los buenos cristianos) porque en el 24 hay almas que salvar.

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