¡Qué raro, ayer te vi pasar y al quererte llamar, la verdad es para que te asombres…a pesar de lo mucho que te amé… ¿Me puedes tu creer? Se me olvidó tu nombre; así más o menos, comienza una canción que solíamos escuchar en nuestra adolescencia. El presidente Abinader olvidó de manera rotunda que comenzó su campaña por la reelección al día siguiente de ser juramentado como presidente de la República.
¿Recordará algún dominicano, si el Presidente de la República convocó algún consejo de gobierno en el Palacio Nacional, antes del 30 de agosto del 2020, día en que inició su primera visita a Pedernales ya en su papel de primer Ejecutivo del país? si lo hizo, ningún medio de prensa lo refleja; si no lo hizo, entonces ¿con qué planes fue don Luis Abinader a esta provincia a ofrecer obras que, según dice en un reportaje de la televisora oficial, serían completadas en los dos primeros años de su gobierno?.
Un presidente de la República es elegido para ser el primer ejecutivo del gobierno, y ejecutivo viene de la palabra ejecutar, y para ejecutar los planes de desarrollo de un país, primero es necesario delinear estos planes, ponerlos a tono con la intervención de los expertos en las diferentes áreas confluentes en la actividad en cuestión; por esta razón el Ejecutivo tiene el principal despacho de la Casa de Gobierno.
Nuestro actual presidente, Luis Abinader, ha recorrido todo el territorio nacional en estos tres años, y ha prometido múltiples obras en todas y cada una de las localidades donde ha modelado su figura; ha vuelto a prometer obras que ya habían sido iniciadas por otros gobiernos, ha hecho un show mediático de las inauguraciones de obras que fueron dejadas inconclusas por la administración anterior, como la circunvalación de Azua, por cierto, parte de la pavimentación parece que la hizo un carnicero.
Al día de hoy, el Ejecutivo no tiene nada que exhibir que haya ejecutado; solo promesas hallarás, como dice la canción. Respecto a las obras dejadas en ejecución por la administración pasada, don Luis promete terminarlas y pospone fechas de entrega; esto sucede constantemente con la Presa de Monte Grande; su fecha de entrega ha sido pospuesta como en tres ocasiones, y no será completada en este período de gobierno porque la canalización ni siquiera ha comenzado.
La actual administración encontró la carretera de Barahona a Enriquillo que era construida por el MOPC, Ministerio de Obras Públicas, de forma muy satisfactoria; una buena ampliación, buena compactación y muy buen pavimento. El anterior ministro Gonzalo Castillo, la dejó unos kilómetros antes de llegar a la Ciénega, donde él está construyendo un portentoso proyecto turístico, que sería una pena que por revanchas políticas sea arruinado.
Esa carretera avanza a cuentagotas, y con modificaciones que los ingenieros comenzarán a cuestionar cuando el PRM salga del poder, ahora guardan silencio para que le paguen sus cubicaciones; verbigracia, lo que se hace en el “derrumbao” y la playa de San Rafael.
Han sido tres años de muchas promesas, nadie ha podido decirle al Presidente que ganó las elecciones las elecciones del 2020 y que esa campaña terminó; el presidente de República Dominicana a partir del 16 de agosto del 2020 siguió en sus sueños de campaña electoral hasta el sol de hoy.
Pero el pueblo dominicano sabe que no es culpable de la confusión de su presidente, pues en las elecciones del 2020 se abstuvo mayoritariamente de ir a las urnas, por una razón o por otra, y ahora espera pacientemente el 2024 para enmendar su error, y votar mayoritariamente en contra de quien entiende ¡qué no sabe gobernar!
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