Traspiés partidistas
En todos los partidos políticos hay un volcán en erupción. La selección de los candidatos a alcaldes y regidores no pasó en muchos casos por el tamiz democrático.
Los aspirantes confiaron en sus cercanías con los dirigentes, y muchos abandonaron el trabajo real. No se trata de encuestas o popularidad, pocos demostraron un trabajo tesonero.
Los dirigentes locales olvidan que las líneas políticas son trazadas desde Santo Domingo, y que ellas son piezas de un ajedrez de conveniencia, que pueden ser sacrificados en cualquier momento.
Es más, entre el liderazgo se da el caso de que prometen cargos a una persona, los alientan, pero tras las sombras están discutiendo alianzas con sectores adversos.
Para triunfar hay que tener un sólido liderazgo local, pero también fuertes lazos con la comisión política y el líder máximo. Sin embargo, a pesar de los disgustos, los partidos superarán esta crisis.
Los que se van, cargan con su puñado de militantes, pero ello no les da la seguridad del triunfo, cuando llegan a otro partido desplazando a viejos militantes que pensaban tenían ganada la posición.
Pero en el Partido Revolucionario Moderno también se nota la erupción volcánica, y solo resta esperar si Luis Abinader, presidente de la República y jefe del liderazgo que comparte con Hipólito Mejía, podrá dejar satisfechos a todos.
En la oposición, no hay cargos, solo promesas, y el que esté fuera solo le queda rumiar sus dolores y esperar que lleguen mejores días. La política es saber soportar el bofetón con una sonrisa a flor de labios.
El momento es propicio para que los partidos políticos se apliquen una advertencia. El principal error que pueden cometer es formar alianzas en base a que ahora le apoyen a un candidato a alcalde, pero luego ellos respaldar a un senador o a un diputado.
El partidismo se rige por conveniencias, coyunturas y diabluras, y con dos elecciones separadas por varios meses, nada indica que se va a respetar un predicamento hecho para salvar una situación de conquista de una plaza importante, como es una alcaldía.
Cada alianza debe ser hecha para un proceso electoral determinado, lo demás solo lleva al engaño, el fraccionamiento y dar pasos en falso. Los traspiés son preludio de crisis. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
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