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Al final son iguales todos los partidos en RD

El escenario político dominicano se desenvuelve entre consignas de campañas electorales de los candidatos para atraer simpatías y la materialización del voto.

Se ha ido convirtiendo en un fenómeno rutinario que los partidos políticos dominicanos son muy generosos presentando todo tipo de propuestas que despierten el interés de la población.

Con la esperanza renovada cada 4 años, el pueblo dominicano estrena nuevos períodos de gobiernos con resultados mixtos de satisfacción y frustración, pero predominantemente se establece el convencimiento concluyente de que al final todos los partidos políticos son iguales.

Justamente en la conclusión de que todos los políticos son iguales conlleva un peligro inherente al sistema de partido que erosiona la confianza y su credibilidad.

Se puede advertir fácilmente la inconsistencia de las propuestas cuando se pasa de la oposición al gobierno, también se manifiesta por la falta de una plataforma ideológica que sustente el accionar de los partidos.

No se distingue claramente una línea de principios doctrinarios divisoria entre liberales y conservadores, o entre socialdemócratas, socialcristianos, y de izquierdas, a eso se debe los movimientos constantes de alianzas entre partidos con fines exclusivamente electorales y de repartición de cuotas en el gobierno.

A partir de lo la anterior es que vemos como el Partido Reformista Socialcristiano ha estado de un lado a otro haciendo alianzas, los partidos llamados de izquierdas haciendo acuerdos con la derecha, ahora más recientemente como Opción Democrática de Minou Tavárez pacta con la Fuerza del Pueblo, y Alianza País de Guillermo Moreno llega a acuerdos con el PRM.

Todos estos cruces partidarios carentes de lineamientos ideológicos y programáticos, provoca la falta de compromisos consistentes sobre la definición y defensa de la nacionalidad dominicana, indefinición en los temas de las causales, estancamiento en la aprobación del Código Penal, ausencia de una política de endeudamiento externo, ambivalencia sobre los grupos minoritarios, falta de una agenda estratégica nacional de desarrollo etc., en consecuencia esto conlleva que los dominicanos no logren saber certeramente el contenido definitorio de los partidos y sus candidatos, no solo desde la oposición, sino peor aún desde el ejercicio del gobierno.

Al final continúa ocurriendo siempre lo mismo que es el mantenimiento invariable del status quo en el que terminan desde el gobierno acomodándose los partidos políticos.

Se hace cada más notable el vacío dejado por las grandes figuras políticas que hicieron sus aportes a la democracia Dominicana por la visión y el compromiso con el avance institucional del Estado Dominicano. En esa labor de darle contenido a su accionar con valentía y entrega de sus ideas se encuentran en los ejemplos de José Francisco Peña Gómez, el profesor Juan Bosch, entre otros.

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