República Dominicana.-Pese a los esfuerzos de las autoridades, que adoptaron medidas y protocolos para acompañar y orientar a los parientes de los presos en La Victoria, las quejas sobre el trato y la desinformación persisten.
“Pusieron esas sillas ahí para hacer un bulto”, dijo evidentemente desesperada una mujer que dijo ser hermana de Alberto Luis Báez, uno de los presos.
“Mi hermano está aquí. Yo no sé si esta muerto o está vivo; no le quieren dar información a nadie”, dijo la dama identificada como Federica Luis Báez (Nuna), sobre su pariente, a quien dijo conocen como “Romana”.
También Sócrates, Miguelito Montero, Aracelis De La Rosa Heredia y otras tantas personas, buscan información sobre el paradero de sus parientes, luego del incendio que el lunes en horas de la mañana afectó la cárcel La Victoria, resultando totalmente destruidas las áreas 1, 2, 3, 4 y 5, de acuerdo a los bomberos que trabajaron durante casi 12 horas para sofocar las llamas.
Marilyn Rodríguez y Aracelis de la Rosa comparten la misma preocupación. Pese a tener la tranquilidad de que sus hijos no perecieron en el incendio, les preocupa la imposibilidad de poder enviarles los medicamentos que les permiten mantener controladas sus respectivas situaciones de salud.
Hasta la mañana de este jueves se ha confirmado la muerte de 13 de los reclusos afectados por el incendio originado supuestamente por un cortocircuito.
Mientras la Procuraduría General de la República continúa con el acercamiento a los familiares de los reclusos, a fin de ofrecer detalles sobre condición o paradero, maquinarias pesadas siguen removiendo los escombros de las 5 áreas totalmente colapsadas.
Un fuerte dispositivo de seguridad se mantiene tanto dentro como fuera de la cárcel. En tanto, que el Ministerio Público y la Policía Nacional iniciaron una investigación sobre las causas del siniestro, lo que descartaría la hipótesis inicial de un cortocircuito.
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