República Dominicana.-El líder de la Unión Demócrata Cristiana, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, consideró muy oportunos los pronunciamientos del presidente Luis Abinader de que la crisis haitiana tiene que ser solucionada por las grandes potencias.
Al mismo tiempo dio su respaldo al presidente Abinader de que de acuerdo con la Constitución los hijos de ilegales no son dominicanos.
Enfatizó que el problema de Haití tiene que ser solucionado por los haitianos con el respaldo de la ONU, los Estados Unidos, Canadá y Francia, y que el país no tiene nada que buscar allí-
Añadió que la ayuda que ya tiene que padecer el país en el ramo de la salud y la educación, por causa directa de los haitianos, no se puede mantener por más tiempo.
Destacó que en cada una de sus comparecencia internacionales, el Presidente aboga porque se vaya en auxilio de Haití, y señala que ya la República Dominicana no puede seguir prestando asistencia, sin perjudicar a nuestra gente.
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Enfatizó que solo hay que ver los cuadro estadísticos en la rama de la salud, donde hay hospitales en que la mayoría de los pacientes, como en el caso de varias maternidades, son haitianos.
“En el aspecto escolar pasa lo mismo, donde los pequeños estudiantes son aceptados, aún y sin tener actas de nacimiento. De acuerdo con las estadísticas alrededor del seis por ciento de los alumnos son haitianos”.
Rechazó, y destacó el mensaje presidencial, que en el país haya discriminación, ni se trate de perjudicar a los haitianos, sino que el no puede cargar con el pesado fardo del subdesarrollo haitiano.
En otro orden, advirtió a los hijos de haitianos ilegales, que se cuiden de provocar desordenes en el país o emitir declaraciones destempladas. Dijo que es muy sospechoso que el día antes del presidente Abinader salir hacia los Estados Unidos, un grupo de jóvenes haitianos se movilizó pidiendo la nacionalidad dominicana.
Destacó que los organizadores de esa marcha saben muy ben que la Constitución nacional no acepta que los hijos de ilegales sean dominicanos.
Apuntó que ningún extranjero puede estar en contra de la Constitución y si hubiere algún revoltoso lo más práctico será repatriarlo.
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