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Los Celtics de Boston vencen, pero no convencen

ESTADOS UNIDOS (NBAMANIACS.com).-En una —otra— noche más complicada de lo esperado, los Boston Celtics tuvieron que sudar la gota gorda para sumar la victoria (120-119) ante unos irreductibles New Orleans Pelicans que se niegan a aceptar lo que su récord dice de ellos. Jayson Tatum volvió a ser el faro del Orgullo Verde con un doble-doble de 38 puntos y 11 rebotes, incluyendo dos acciones cruciales en los últimos minutos que sirvieron para asegurar el triunfo.

El partido comenzó cuesta arriba para Boston, quien erró sus primeros siete lanzamientos, lo que pareció una invitación para resucitar a los fantasmas del último encuentro ante los Sacramento Kings. A quien sí le entraban los tiros fue a Dejounte Murray, quien sumó cinco triples y 17 puntos en el primer cuarto para mantener a los Pelicans por delante tras la conclusión del periodo.

Boston ajustó en el segundo cuarto y devolvió el golpe con un parcial de 11-2 en el que Payton Pritchard emergió una vez más como revulsivo. Saliendo desde el banquillo, el guard sostuvo a los suyos con la ayuda de Al Horford y Luke Kornet. No obstante, los Pelicans no se amedrentaron y llegaron al descanso solo un punto abajo gracias al trabajo de Zion Williamson, José Alvarado y un Trey Murphy (30 puntos) que empezaba a entornarse.

Tras el descanso, el alero de los Pelicans y Tatum asumieron los galones y protagonizaron un bonito intercambio de canastas en el que ninguno de ambos equipos lograba imponerse. De hecho, el duelo se cerró con hasta 18 cambios de liderazgo en el marcador.

Así se llegó a unos instantes finales de mucha presión. Un triple de Murray —a quien se le había mojado la pólvora desde el primer cuarto— y tres tiros libros posteriores colocaron a los Pelicans un punto arriba a menos de tres minutos para el cierre. Rápidamente, Tatum devolvió la confianza a los suyos con dos mates, uno tras un corte a canasta y el otro después de un rebote ofensivo tras un bandeja en transición fallada por el mismo.

Aun así, los Celtics todavía tuvieron tiempo de tirar por la borda el trabajo realizado. Y casi lo logran. El propio Tatum falló dos tiros libres a trece segundos para el final y Derrick White consumió los cinco segundos reglamentarios sin poder poner el balón en juego ante la asfixiante defensa de los Pelicans. Tras ello, C.J. McCollum rozó con sus dedos la victoria, pero su bandeja se salió del aro tras ayudarse del tablero.

Joe Mazzulla y sus pupilos toman aire tras el susto final. Esta victoria les permite mantener a los New York Knicks a raya, pero no logra alejar las importantes dudas que han sobrevolado al equipo a lo largo de las últimas semanas.

A vueltas con el triple

Tras la conclusión del partido, varios componentes de la plantilla de los Celtics hicieron referencia a los 44 triples que intentó el equipo ante New Orleans. En otros tiempos esta cifra supondría una tremenda calamidad, pero no deja de estar por debajo de los 50 intentos de media que están firmando los Celtics esta campaña.

De hecho, el equipo dirigido por Joe Mazzulla ha vivido una tendencia a la baja en el último mes. Encadenan cuatro partidos sin anotar más triples que su rival, cuando hasta entonces solo habían perdido esta batalla en cuatro ocasiones a lo largo de todo el curso. Una estadística que no debería revestir mayor importancia de no ser por que viene acompañada de las dos anotaciones más bajas de la temporada del equipo —en las derrotas ante Thunder y Kings— y de un récord de 7-6 en los últimos trece partidos.

«No sé», respondió Al Horford al ser cuestionado sobre esta disminución en el volumen de tiros de tres puntos. «Yo también me lo pregunto. Pienso que tenemos que aumentar esos intentos. Estábamos en cifras muy altas al principio de la temporada y ahora parece que estamos lanzando menos. Me gusta cuando lanzamos muchos triples».

La derrota del 8 de diciembre ante Memphis —tras intentar, casualmente, 60 triples— ha podido establecer un punto de inflexión. Desde entonces, los Celtics anotan 15,7 triples por encuentro. Llegaban a ese encuentro anotando 19,2. Y peor aún: están permitiendo 14,5 triples por partido a sus rivales desde aquel tropiezo, lo que significa que prácticamente han perdido toda la ventaja que les ofrecía su alto volumen anotador desde larga distancia.

«Tenemos muchos buenos tiradores», continuó Horford. «Así que siento que tenemos más oportunidades cuando más tiramos. Además, eso abre la cancha y genera mucho espacio para Jaylen [Brown] y Jayson [Tatum]. Estoy seguro de que volveremos a ese nivel».

La cuestión no es tanto la fórmula en sí del triple —pues permitió a Boston ganar el último campeonato—, sino que algunos rivales empiezan a sentirse más cómodos con ella, incluso llegando a plantear defensas asfixiantes sobre cuatro jugadores para que sea el jugador menos vigilado el que trate de ganarles el partido.

«Creo que la forma en que los equipos nos están defendiendo busca evitar que tiremos tantos triples», declaró su compañero Derrick White. «Pero creo que ese volumen de tiros volverá y esto es solo parte del proceso y de la temporada».

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