Santo Domingo, R.D. – La crisis que atraviesa Haití sigue generando preocupación en la República Dominicana, y este lunes fue el tema central de un simposio organizado por el Instituto Duartiano, donde especialistas de diversas áreas coincidieron en que el deterioro de la situación en el país vecino representa una amenaza directa para la seguridad, la soberanía y la estabilidad dominicanas.
El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, encabezó el encuentro y advirtió que ninguna nación ha sido tan solidaria con Haití como la República Dominicana. Sin embargo, lamentó que la comunidad internacional, en lugar de asumir su responsabilidad, haya mantenido una postura indiferente y permitido la continuidad de campañas internacionales malintencionadas contra el país.
“Ha habido una siembra anti-dominicana. La élite haitiana y organismos internacionales con agendas propias han contribuido a desinformar sobre nuestra realidad. Se trata de una campaña irresponsable que busca extorsionar a la República Dominicana”, afirmó Gómez Ramírez.
Asimismo, exhortó al Gobierno a lanzar una ofensiva diplomática fuerte y sostenida en todos los escenarios internacionales, incluidos parlamentos, agencias, congresos e incluso instancias religiosas como el Vaticano.
Uno de los analistas de este simposio fue Pelegrín Castillo, quien destacó que en los últimos meses el país ha avanzado en priorizar la frontera como un tema estratégico y celebró la convocatoria de la Cumbre Nacional anunciada por el presidente Luis Abinader para julio, aunque advirtió que los resultados deben traducirse en medidas concretas para proteger la soberanía.
El gobierno dominicano debió declarar el estado de excepción de defensa en la frontera. Además, el gobierno dominicano y el liderazgo político debieron empezar a llamar al pueblo dominicano a integrarse a un esquema de servicio militar, ya sea voluntario u obligatorio", dijo el presidente del Partido Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo.
Al referirse al tema de la mano de obra haitiana, afirmó que no es cierto que el país se paralice sin ella, en respuesta a las declaraciones del expresidente Hipólito Mejía, quien sostuvo que la agricultura y la construcción no funcionan sin la presencia de trabajadores haitianos.
Sobre este tema, también se pronunció el diputado al Parlasen, Jesús Batista, criticando la influencia del sector empresarial en las decisiones relacionadas con la frontera, la migración haitiana y la mano de obra. Aseguró que "es inaceptable cambiar soberanía por cemento y plátanos".
Lamentó que las decisiones en escenarios estratégicos estén siendo influenciadas por intereses económicos, lo cual, a su juicio, pone en riesgo la seguridad nacional. Propuso que el país convoque a una manifestación nacional o incluso a un plebiscito para que el pueblo dominicano se pronuncie sobre estos temas.
"Poner en ese escenario un tema tan serio como la soberanía nacional, donde los empresarios son quienes van a decidir, ya está claramente establecido por dónde va a ir el asunto", afirmó.
Destacó que en el país hay suficiente mano de obra para satisfacer las necesidades de los diferentes sectores productivos y criticó a los empresarios que, según afirmó, prefieren contratar mano de obra haitiana para evadir responsabilidades laborales y fiscales.
Por su parte, el exministro de Defensa, José Miguel Soto Jiménez, coincidió en que este es el momento de actuar con firmeza, patriotismo y responsabilidad para defender los intereses del pueblo dominicano.
"El camino está claramente marcado y, en cuanto al asunto del estado de excepción, yo creo que debemos esperar, y para eso es la cumbre", dijo.
El evento reunió a destacados expertos, como el especialista en migración Juan Manuel Rosario, la comunicadora Karina Sánchez Campos, el jurista Juan Miguel Castillo Pantaleón, la educadora Luisa Navarro y el abogado Osvaldo Montalvo Cossío, quienes abordaron temas como la defensa de la frontera, la soberanía nacional, el papel de los empresarios y la necesidad de fortalecer la política migratoria.
El simposio concluyó reiterando que la crisis haitiana no es solo un problema de Haití, sino que su desbordamiento puede afectar a la República Dominicana si no se toman decisiones firmes y coordinadas a nivel nacional e internacional.
Los especialistas coincidieron en que este es el momento de actuar con firmeza, patriotismo y responsabilidad para defender los intereses del pueblo dominicano.