SANTO DOMINGO.- “Usted sabía que se murió Balaguer, verdad?”, le preguntó Dany Alcántara, a la sazón director general de Prensa de Telemicro, a la imberbe periodista Belkys Castillo al llegar a las 6:00 am el domingo 14 de julio del 2002, hace 23 años a terminar un trabajo para el programa Proceso.
“Si”, contestó la periodista de color ébano, con su pelo negro azabache recortado, pues el sábado anterior se había dado una limpieza de nuca, pero en realidad la nativa de Barahona no se había enterado y se puso en movimiento, con un reportaje, que estaba a medio talle sobre la vida de Balaguer, lo que hizo que el licenciado Alcántara saliera al aire esa mañanita con datos actualizados.
Durante todo el domingo 14 de julio ambos estuvieron produciendo informaciones, mediante boletines para edificar a la población dominicana que despertaba ese domingo veraniego con la infausta noticia de la muerte de quien en su cédula, en el renglón de profesión, decía: PRESIDENTE.
Veintitrés años despues y sin haber cobrado su dieta por el trabajo extra de tres dias, Belkys Castillo rememora en los gallinazos de los recuerdos:
"Prácticamente amanecimos en el Congreso, en Asamblea Revisora. Alguien fue a decirle al oído "algo" a Lila, quien de inmediato se paró y salió del salón de Asamblea, retornando tiempo después con rostro triste; lloroso".
Con sus rafagazos del baul de los recuerdos cuenta:
"Previo, la tarde del sábado, pasé por asignación a la clínica Abreu, done encontré al Dr Leonel Fernández, que se limitó a valorar al expresidente como "referencia obligatoria de la política dominicana…etc".
…cuando llegué al canal y vi el vehículo del Lic. Alcántara, me pregunté "nmm…Qué pasó?, pero inmediatamente ingresé a Prensa, me sugirió el jefe "usted sabe que murió el Dr Balaguer…?, a lo que respondí, "Si".
En turno, no trabajaba sábados; mi llegada al canal, domingo a las 6:am, quizás un poco más…un poco menos, era una forma de ganar tiempo, sin interrumpir a los compañeros de turno, con el trabajo que suponía era la "noticia del día", la Asamblea Revisora. Claro, de no haber muerto el Dr.
Balaguer tenía 95 años y a pesar de su ceguera y muchas otras enfermedades, era todavía candidato presidencial de su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). Su deceso tuvo lugar apenas horas después de que el Congreso Nacional, de mayoría perredeista, aprobara una enmienda constitucional para restablecer el principio de la reelección presidencial, por el que tanto le criticaban sus adversarios.
Apenas minutos antes de que exhalara su último suspiro, dirigentes de su partido fueron a verle a su lecho de moribundo.
Las honras fúnebres comenzaron el día siguiente, con un peregrinaje por el Congreso, la Cancillería, la sede principal de su partido. Luego, una lenta procesión acompañada por una multitud que fue creciendo a medida que se acercaba al cementerio que años antes él había construido en la zona norte de la ciudad.
El féretro con sus restos fue finalmente depositado en la primera hora del miércoles. En esos cuatro días, no recuerdo haber hecho otra cosa que cubrir el sepelio del más importante líder político dominicano hasta entonces.
Balaguer ocupó la presidencia en ocho oportunidades. La primera de ella desde agosto de 1960 al 31 de diciembre del 1961. Fue designado en el cargo desde la vicepresidencia, cuando el dictador Rafael Trujillo sacó del mismo a su hermano Héctor Bienvenido Trujillo, mientras la OEA, reunida en San José de Costa Rica, discutía la expulsión de ese organismo regional al país y a su gobierno acusándole de haber financiado en junio de ese año un atentado contra la vida del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
El final de su primera presidencia significó de hecho el fin de la llamada Era de Trujillo, iniciada 31 años en 1930. El 1 de enero de 1962, Balaguer se juramentó a sí mismo como presidente de un gobierno colegiado de siete miembros, llamado Consejo de Estado, que solo duró 16 días, a causa de un golpe que siguió a un tiroteo en el Parque Independencia que provocó siete muertos y un desorden generalizado en toda la ciudad.
Le sustituyó como presidente del consejo, el doctor Rafael F. Bennelly, quien era el vicepresidente. Ese gobierno organizó las primeras elecciones democráticas y realmente libres celebradas en el país en más de tres décadas, resultando ganador el profesor Juan Bosch, quien fuera derrocado siete meses después de haberse juramentado.
El 16 de enero de 1962, tras ser derrocado, Balaguer se asiló en la residencia de la Nunciatura Apostólica, sede de la embajada del Vaticano, contigua a su residencia en la avenida Máximo Gómez. Allí permaneció por 49 días. Salió del país con un salvoconducto hacia Puerto Rico y luego se radicó en Nueva York, donde fundara el Partido que luego se convertiría en el Partido Reformista y posteriormente una alianza con la democracia cristiana lo convirtió en el PRSC.
Regresó al país en 1965, meses después del estallido de la revuelta de abril, a pesar de un impedimento oficial, con una dispensa humanitaria debido a la enfermedad de su madre. Una vez en el territorio nacional, se las arregló para permanecer en él y postularse como candidato presidencial a las elecciones celebradas en mayo de 1966, en las que ganó la presidencia y volvió a reelegirse en las elecciones de 1970 y nuevamente en las de 1974.
En 1978, perdió un intento para un cuarto mandato consecutivo, y permaneció ocho años en la oposición, siendo candidato de su partido en los comicios de 1978 y en los del 1982 en las cuales fue derrotado por el PRD.
Volvió a ser candidato en 1986 ganando de nuevo la presidencia, lo cual volvió a alcanzar en las elecciones de 1990 y en las de 1994, cuando la amenaza de un gran conflicto lo obligó a un acuerdo que redujo en dos años su octava y última presidencia y se prohibiera la reelección en una reforma constitucional.
Balaguer fue el primer presidente en la era moderna que gobernó sin vicepresidente en el siglo pasado. Ocurrió cuando Trujillo lo ascendió de la vicepresidencia y no puso a nadie en ese puesto-. Volvió a darse ese vacío constitucional, durante el mandato del doctor Salvador Jorge Blanco (1982-986), cuando falleciera el vicepresidente Manuel Fernández Mármol, el 20 de enero de 1983, apenas cinco meses después de haberse juramentado. Tenía 71 años y murió de un cáncer.
Jorge Blanco gobernó el resto de su periodo sin vicepresidente de la República