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"Yo tengo tres días que no duermo", moradores del 27 de Febrero queman gomas en contra de apagones prolongados

27 DE FREBRERO, DISTRITO NACIONAL.- Entre el cansancio y la indignación, residentes del barrio 27 de Febrero aseguran que los apagones “no dan tregua” y les roban el sueño, el dinero y la paciencia, al punto de encender neumáticos en plena madrugada como protesta por las interrupciones que, según denuncian, ocurren casi a diario y duran hasta la madrugada.

En las calles aún se observan restos de gomas quemadas, evidencia de la manifestación nocturna. Los comunitarios afirman que la luz se va en la noche y regresa en la madrugada, afectando su descanso y las actividades económicas del sector. Comerciantes y colmaderos denuncian pérdidas en productos perecederos como carnes y jugos, lo que golpea directamente sus ingresos.

“Aquí los apagones nunca se acaban, cuando uno cree que las cosas van a mejorar, la cosa empeora”, expresó Juan Manuel del Orbe, residente del sector.
“Yo tengo tres días que no duermo, la luz se va a las ocho de la noche y regresa pasadas las dos de la mañana”, agregó Joan de Jesús Herrera, visiblemente molesto.

A esto se suma el rechazo de los moradores a las declaraciones del presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras (CUED), Celso Marranzini, quien aseguró que en el barrio el 80 % de los usuarios no paga por el servicio eléctrico. “Si tú no pagas luz no tienes luz, aquí ya no se roba la luz”, respondió la residente Yinette Cuello.

Impacto económico y promesas oficiales
Los apagones han afectado fuertemente a pequeños negocios. Julisa Rodríguez, vendedora de jugos, contó que teme perder su producción diaria por falta de refrigeración. César Matías, colmadero, advirtió que “se daña el cerdo, el pollo, todo lo que lleva frío” y que las interrupciones prolongadas “hacen que los muchachos quemen gomas”.

Pese a las denuncias, EDEEste mantiene en la zona técnicos contratistas que, según informó la empresa, trabajan en averías puntuales y no en la causa de los apagones masivos.

Marranzini, por su parte, pidió paciencia a la población y explicó que las interrupciones obedecen a la salida de una de las plantas de la central termoeléctrica Punta Catalina, por un “pinche” en la caldera de la unidad dos. Aseguró que el servicio se normalizará antes del fin de semana y que los cortes son de dos horas por circuito, rotando entre las 7:00 de la noche y la medianoche, aunque los residentes del 27 de Febrero lo desmienten.

Mientras las autoridades llaman a esperar, en el barrio crece la frustración y la sensación de que el problema eléctrico castiga más a los sectores vulnerables, donde el cansancio ya se mezcla con la indignación.

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