entelevision ::

BRISAS DEL ESTE, SDE.- Los familiares y amigos de María Morillo y su hija de 17 años, asesinadas en su residencia en el sector Brisas del Este, les dieron este martes el último adiós durante un velatorio realizado en la misma comunidad donde ocurrió el crimen, apenas dos meses después de haberse mudado al lugar.

Mientras tanto, continúa sin una respuesta clara el estado de salud de la hija menor de Morillo, quien también resultó gravemente herida durante el ataque y permanece ingresada en la unidad de cuidados intensivos.

Julián Morillo, padre de la víctima, expresó preocupación por la condición de la menor. “La niña está en intensivos todavía… no la dejan ver ni dejan gente verla. Yo lo que digo es que no es como la justicia piensa, que son dos casos. Creo que el caso de esa niña es peor que el de esas muertas”, afirmó.

Ariel Peña, hermano de la fallecida, informó que la menor sigue inconsciente en el hospital Ney Arias Lora. “Estamos toditos sentidos y queremos justicia”, dijo con evidente dolor.

Eridania Montero, prima de María, destacó el impacto psicológico que la experiencia tendrá en la sobreviviente. “Tienen que llevarla al psicólogo, porque ella va a quedar con eso en su mente; fue delante de ella que lo hicieron”, señaló.

Los familiares exigieron que el proceso judicial avance y que las autoridades impongan una sanción ejemplar contra José Francisco Montero Encarnación, señalado como el responsable del doble homicidio y quien presuntamente actuó bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

“Nosotros no tenemos que ver que él estuviera debajo de drogas… él mató dos personas, no una sola. Queremos justicia”, reiteró Ariel Peña.

Montero fue aún más enfática en su reclamo: “Él no merece estar preso, él lo que merece es estar muerto. Quitarle la vida así como si la gente no tuviera valor”.

El entierro de María Morillo y su hija se realizó en el Cementerio Cristo Redentor, ubicado en la carretera Mella. Mientras tanto, la menor que sobrevivió continúa luchando por su vida en cuidados intensivos, y el presunto agresor permanece bajo control de las autoridades, a la espera de los procedimientos judiciales correspondientes.