Santo Domingo.– El presidente de la Confederación Nacional del Transporte (CONATRA) y senador por la provincia de Santiago Rodríguez, Antonio Marte, lanzó una fuerte advertencia sobre la situación del sector transporte, al asegurar que el país atraviesa una de las Navidades más difíciles en términos económicos y de movilidad, con una caída marcada en el flujo de pasajeros y un escenario que calificó como insostenible.
Marte afirmó sin rodeos que "no hay dinero" en la calle, una realidad que, según explicó, se siente con mayor crudeza en el transporte público, incluso en una época tradicionalmente activa como diciembre. "Muchos no lo dicen, pero yo sí lo digo", expresó, al describir un ambiente de baja actividad y escasa rentabilidad.
El dirigente transportista señaló que el sector cerrará el año en malas condiciones, ya que fechas como diciembre, Semana Santa y otros períodos festivos suelen resultar deficitarios. Explicó que los ingresos actuales no alcanzan para cubrir compromisos básicos como el pago del doble sueldo, mantenimiento de unidades, compra de gomas y cumplimiento de deudas bancarias.
Marte citó como ejemplo la baja circulación de pasajeros en puntos neurálgicos como el kilómetro 9, donde —según dijo— los autobuses están saliendo casi vacíos, reflejo de un movimiento que no compensa los costos operativos. A su juicio, ni siquiera un leve repunte el 24 de diciembre sería suficiente para revertir la situación.
Otro de los factores que, según explicó, golpea duramente al transporte es el caos del tránsito. Indicó que los fuertes taponamientos han reducido la cantidad de viajes diarios que puede realizar un autobús, afectando directamente la rentabilidad. "Antes un autobús podía dar varias vueltas; ahora apenas le da el tiempo para completar menos recorridos", afirmó.
El senador advirtió que esta problemática se repite en todo el país, desde el Cibao hasta el Sur y el Este, incluyendo zonas como Monte Plata. A esto se suma, dijo, el aumento sostenido de los costos operativos, como el alza en aceites, repuestos y la elevada carga impositiva para importar vehículos, cuyo precio —aseguró— se triplica en el país.
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