República Dominicana.-En República Dominicana el 2024 que termina estuvo marcado por una variedad de acontecimientos, algunos tan extraños como las osamentas de Río San Juan, y otros tan rutinarios como los accidentes de tránsito, pero que, por su alto número de víctimas alcanzaron la categoría en tragedia.
Entre éstos últimos está el ocurrido la madrugada del primero de septiembre cuando un conductor atravesaba la bajada de bastidas, en las Yayas de Azua, arrasando con un montón de personas que compartían en medio de la carretera, dejando como resultado cerca de una decena de muertos.
Otro hecho que llenó de consternación gran parte de la sociedad dominicana, fue la muerte de dos miembros de una familia, incluyendo un bebé de dos meses, en la torre Da Silva del Distrito Nacional, donde fumigaron con fosfuro de aluminio, un potente y toxico químico, alegadamente aplicado por el francés George Thevenet, quien fue apresado por las autoridades.
Durante la cuaresma, el manejo inadecuado de fuegos artificiales en el desfile final del carnaval de Salcedo, originó un fuego a los vestuarios de varios macaraos, provocando la muerte por quemaduras de diez personas, incluyendo 9 niños, una tragedia que enlutó gran parte del país.
En la primavera, cuatro personas murieron y un menor resultó herido durante un incendio en el hotel La Vía de Santo Domingo Este; pero ya antes, un fuego en la cárcel de la victoria dejaba un balance trágico de 13 reclusos muertos y varios heridos.
A propósito de cárceles, el 7 de mayo, un motín en la cárcel Santa Bárbara de Samaná dejó como resultado fatal tres reclusos muertos, identificados como José Martínez, alias Raca Vaca; Bernardo Montero, alias San Juan, y Francisco Olivares, alias Saca teca.
Más adelante, y siguiendo con las prisiones, el recluso Maikol Ramírez murió abatido a tiros en la cárcel del 15 de Azua, tras mantener secuestrado por varias horas al comandante del penal, coronel Ricardo Bidó, quien resultó herido durante el confuso incidente.
Entre los extraños episodios registrados en el 2024 hay que incluir la proeza del nombrado John Durán Villar, quien en febrero lanzó su vehículo sobre el portón del Palacio Nacional en la Avenida México, y al derribarla provocó graves heridas a un raso y un sargento de la seguridad presidencial.
Como ocurre, casi todos los años, la Semana Santa concluyó con un balance de 30 muertos, empatando con el año anterior.
En el que quizás fue el más raro acontecimiento del 2024, en agosto miembros de la Armada Dominicana descubrieron cerca de Rio San Juan una embarcación con 14 osamentas y una mochila con 12 paquetes de cocaína, que luego se determinó pertenecían a un grupo de migrantes africanos que extraviaron el rumbo en alta mar.
También en agosto, el pueblo dominicano recibió con estupor la noticia de que la joven Génesis Lugo se lanzó al vacío desde un quinto piso junto a su hijita de 5 años, en un desesperado vuelo hacia la muerte, en Santo Domingo Norte.
El 18, La DNCD puso en marcha la operación Búfalo NK, apresando 10 alegados narcos e incautando 2 toneladas de cocaína, a una banda criminal liderada por el nombrado Rafael Ynoa Santana, alias el Cojo, quien había sido deportado desde Estados Unidos en el 2016, luego de cumplir una condena de 12 años por tráfico de drogas.
Comenzando octubre la implosión de un tanque de vinaza de la compañía Brugal en San Pedro de Macorís, mata dos de los soldadores que trabajaban en su reparación.
En noviembre, después de varios años de amague, el presidente Luis Abinader aprieta el botón que apaga la Televisión análoga, y el Indotel da inicio a la primera fase de la televisión terrestre digital, con mayor calidad de imagen y sonido.
Para la República Dominicana el 2024 también fue un año para records. El seis de diciembre, La DNCD atrapa en el muelle de Punta Caucedo, en Boca Chica, 9 mil 889 kilos de cocaína, el más grande cargamento de drogas incautado en la historia del país, pero que generó cuestionamientos a las autoridades dominicanas, a raíz de las reacciones en países que figuran en la ruta de los contenedores.
Ya el día 4, la Organización de las Naciones Unidas Para la Educación, la Ciencia y la Cultura había declarado el casabe, esa rica torta de yuca, fina y redonda que tanto gusta a los caribeños, como patrimonio de la Humanidad.
Y el 12, La Oficina Panamericana de la Salud, calcula en 65 por cada 100 mil habitantes la cantidad muertes en República Dominicana en accidentes de tránsito, otro record nada agradable para el país.
Pero, como unas van de cal y otras van de arena, las autoridades del Record Guinnes confirmaron en noviembre que República Dominicana era la dueña de un nuevo record, al producir el majarete más grande del mundo, un sabroso dulce de leche y maíz de 1894 libras.
Le puede interesar:
_Banner%20300x250%5B4%5D.jpg)
