CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).-El Colegio Cardenalicio se prepara para convocar un cónclave que deberá elegir al nuevo Papa, en medio de importantes desafíos: el debate doctrinal interno, la crisis de vocaciones, la lucha contra los abusos y el papel de la fe en un mundo secularizado.
En ese contexto, estos son los cardenales que figuran entre los posibles favoritos para liderar el Vaticano en los próximos años.
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Miembro de la Comunidad de Sant’Egidio, es reconocido por su compromiso con el diálogo interreligioso, la mediación de conflictos y la atención a los más vulnerables. Su estilo pastoral, centrado en lo social y lo comunitario, lo posiciona como uno de los favoritos para continuar el camino trazado por Francisco.
Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y exarzobispo de Manila. Cercano al Papa Francisco, es apreciado por su sencillez, carisma y defensa de una Iglesia inclusiva. Su elección representaría un gesto histórico hacia Asia, un continente con fuerte crecimiento católico.
Secretario de Estado del Vaticano. Diplomático experimentado, ha liderado negociaciones clave con China, Venezuela y Cuba. De perfil moderado, podría ser una figura de consenso si el Colegio Cardenalicio busca una continuidad con equilibrio institucional y apertura dialogante.
Ex prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Es una figura destacada del catolicismo africano, con fuerte enfoque en justicia social, ecología y derechos humanos. De ser elegido, se convertiría en el primer Papa africano en más de 1.500 años.
Ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Opositor abierto a muchas de las reformas de Francisco, es considerado una de las voces más fuertes del sector tradicionalista. Ha contado con el respaldo de figuras como Donald Trump, aunque su perfil polarizante podría dificultar su elección.
Ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino. Defensor de la liturgia tradicional y crítico de la apertura doctrinal, representa una vuelta a una Iglesia centrada en la disciplina y la ortodoxia. Su edad es uno de los factores que podrían limitar su candidatura.
Ex prefecto del Dicasterio para los Obispos, teólogo de amplia trayectoria y cercano a Benedicto XVI. Su experiencia y conocimiento institucional lo avalan, aunque su edad avanzada juega en contra.
Arzobispo de Utrecht. De formación médica y teológica, ha manifestado oposición a reformas en temas morales, como la comunión de divorciados vueltos a casar. Se alinea con el pensamiento conservador de Benedicto XVI.
Arzobispo de Colombo. Crítico de las reformas progresistas, ha defendido una visión tradicional de la liturgia y del papel de la mujer en la Iglesia. Fue promovido tanto por Juan Pablo II como por Benedicto XVI.
Presidente de la Conferencia Episcopal Húngara. Su formación teológica y su defensa de causas históricas de la Iglesia en Europa del Este lo convierten en un candidato respetado entre sectores moderados y conservadores.
España cuenta actualmente con seis cardenales electores. Aunque no figuran entre los favoritos principales, algunos de ellos podrían desempeñar un papel influyente en el cónclave:
El cónclave que se celebrará próximamente tendrá la responsabilidad de elegir a quien guiará a la Iglesia Católica tras el histórico papado de Francisco. La decisión marcará si se mantiene la senda de reformas, cercanía y apertura o si se opta por un giro hacia un perfil más doctrinal y tradicional. El mundo católico espera, con expectativa, una nueva fumata blanca.