CIUDAD DEL VATICANO (INFOBAE).-El Vaticano se prepara para un Cónclave sin precedentes en cuanto a seguridad digital. El tradicional secreto que rodea la elección del Papa ya no se protege solo con muros, clausura y juramentos: ahora requiere medidas contra espionaje tecnológico, hackers y drones espía.
Desde el siglo XIII, el Cónclave se ha basado en el secreto absoluto entre los cardenales. Pero hoy, la amenaza ya no entra caminando: se infiltra por ondas electromagnéticas, cámaras ocultas o señales interceptadas. Por eso, la Santa Sede está adaptando sus protocolos sin cambiar el rito, pero reforzando todo lo que lo rodea.
El Vaticano ha implementado un apagón digital total en la Capilla Sixtina, buscando eliminar cualquier vía de acceso, comunicación o fuga de información. Ya no basta con confiar en la discreción humana: ahora se necesita un entorno hermético a la tecnología. Las nuevas medidas incluyen:
Ante el riesgo creciente, la Santa Sede buscó apoyo externo. Por primera vez, firmó acuerdos con empresas privadas extranjeras y agencias estatales para blindar su infraestructura digital:
Esta red de protección incluye monitoreo 24/7, detección de intrusos, análisis de tráfico en tiempo real y simulaciones de crisis. El Vaticano apuesta por una arquitectura híbrida: red interna cerrada y soporte técnico externo permanente.
Estas medidas responden a hechos concretos. En 2022 y 2024, el sitio oficial Vatican.va fue blanco de ataques cibernéticos durante momentos de tensión internacional. En el primer caso, después de que el Papa Francisco condenara la invasión rusa en Ucrania. El segundo, durante la visita de Olena Zelenska, primera dama ucraniana.
Los atacantes interrumpieron servicios y dejaron mensajes que vinculaban su acción con represalias por las posturas del pontífice. El diario Il Tempo informó que las señales apuntaban a un posible origen ruso, aunque sin pruebas concluyentes.
Un análisis de 2024 reveló un dato alarmante: más del 90% de los sitios web del Vaticano no usaban HTTPS, lo que los hacía vulnerables a espionaje y manipulación de datos. Eso aceleró la decisión de adoptar medidas drásticas e inéditas para proteger el corazón de la Iglesia.